¿Por qué es importante la copa donde se sirve un vino?

12.01.2015 12:14

Muchas veces nos preguntamos si realmente importa la copa que usamos para beber un vino y si cada tipo de vino debería llevar un tipo de copa diferente.

A lo largo de muchas catas, degustaciones y pruebas realizadas por los expertos se ha llegado a la conclusión que tanto los aromas como el paladar que percibimos de un mismo vino cambian en función de la forma de la copa en la que lo bebemos.

Aun así hay características comunes que deben tener todas las copas:

  • La copa ideal debe ser de cristal liso y transparente, con el borde fino y ligero (no redondeado).
  • Debe tener un tallo alto para poder sostenerla y un cuerpo largo con una boca más pequeña para poder apreciar bien los aromas.

Las curvas de las copas son fundamentales y de cómo sean varía cómo se percibe un vino. El fondo debe ser redondeado para  facilitar que se  airee el vino. Además, la parte superior de la copa debe terminar en forma cónica hacia el interior para que no se escape la esencia.

Copas según el color del vino:

  • Copas para vino tinto: Estas copas son más anchas, ya que el vino tinto se debe agitar para oxigenarlo, es decir, que el vino esté en contacto con el aire.
  • Copas para vino blanco: Las copas para vino blanco tienen forma de tulipán. Son de tamaño menor para evitar que el vino se caliente demasiado rápido.

Copas según las variedades de uvas:

Así podemos decir que el vino en una copa con el borde cortado recto fluye suavemente sobre la lengua, siendo ideal esta forma para los vinos con una acidez moderada y muchos taninos. El chorro de vino lo dirige hasta el centro de la lengua creando una armonía entre el carácter frutal, tanino y acidez.

"Los vinos tintos añejos necesitan una copa de vino con boca ancha y fondo de copa pequeño.
Los vinos tintos más jóvenes requieren de un fondo de copa más grande y una boca más cerrada."

Los vinos con taninos moderados y una buena acidez requieren una copa con el borde cortado recto y un poco abierto. Dirige el vino hacia la punta de la lengua destacando el carácter frutal equilibrando la acidez elevada.

Actualmente existen en el mercado copas con diseños exclusivos para variedades, siendo respetuosas con el aroma potenciando su calidad e intensidad, resaltando la textura del vino en boca y fomentando la percepción del equilibrio entre los sabores a fruta, los elementos minerales, la acidez y los componentes amargos.

Por supuesto no hay que olvidar la higiene de la copa. El vino debe servirse únicamente en copas brillantes, limpias e inodoras.


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